August 13, 2012

A un año de mi reencuentro...

He dejado de escribir porque me he mantenido muy distraida y ocupada con el trabajo, la familia, los viajes, etc, etc, etc. Sin embargo, cada vez que leo alguno de los mensajes que me dejan después de haber leído algún post, recuerdo la satisfacción que me da tener este lugar para compartir experiencias.

El post más leído es el de "Cómo sobrevivir a un divorcio y no morir en el intento" y todos los comentarios han sido sobre mujeres y hombres que están pasando por ese proceso, y lo dificil y doloroso que les está siendo atraversarlo.

En esta ocasión no pretendo darles alguna receta para lograrlo, sólo narrarles que después de 7 años que pasé por ello, hoy estoy agradecida por haber vivido esa experiencia tan dolorosa, pero también tan llena de enseñanzas. Yo no sería quien soy hoy sino es por ese divorcio y agradezco haberlo vivido por que me hizo crecer y ser mejor persona. Aprovechemos la oportunidad que nos da el dolor para crecer!

Quiero empezar a contarles que después de 7 años de aquel periodo oscuro y doloroso de mi vida (el más doloroso de toda mi existencia) hoy tengo el corazón en paz, hoy tengo el espiritu lleno de la certeza de que Dios siempre estuvo conmigo y que aunque renegué y me enojé con Él, finalmente me reencontré con su luz y pude recuperar la fe en mi, en la vida y en el futuro.

Cada ser humano es diferente, cada uno vivimos procesos distintos, no hay una receta, ni formula mágica, tan sólo la convicción de querer estar bien, la valentía de querer afrontar la verdad de nosotros mismos y nuestra vida, así como la voluntad para buscar el crecer y aprender de esta dura lección, y no darse por vencido para salir adelante... lo difícil es encontrar la fuerza interior para dar ese paso que nos llevará hacía la luz y cada vez más lejos de la tormenta... no se desesperen, estoy segura que si están decidas a superarlo, encontraran la puerta hacía la salida.

Yo les puedo decir que esa fuerza interior la encontré en DIOS. Pasé por un periodo de ateísmo, después asistí a ritos Cristianos, más tarde practiqué Budismo, meditación y yoga; todo me sirvió, pero no fué hasta que me acerqué a la Oración con Dios que encontré la salida a ese círculo vicioso de victimismo, culpabilidad y enojo que me hacían cavar cada vez más profundo.

Hoy hace un año me reencontré con él plenamente, en conciencia, libre y por mi propia voluntad, sentí su luz dentro de mi, su fuerza y su presencia, sé que no me dejó sóla ni un sólo momento y hoy sé que si no hubiera renegado tanto, tal vez ese periodo oscuro, hubiera sido más corto y menos doloroso, no lo sé. Sin embargo, hoy me doy cuenta que todo pasa por algo, todo es perfecto así como sucede y aunque hoy estemos tristes o deprimidos por que nos toca desapegarnos, los y las invito a soltar, a dejar ir aquello que ya no quiere estar con nosotros para poder recibir algo bueno y mejor para nuestra propia vida.

Precisamente hoy, platicando con una amiga muy querida, me dijo que la idea de Dios no le gustaba, que ella confiaba más en si misma, pero que sí creía en un poder superior. Yo no estoy tratando de evangelizarlos con lo que escribo, simplemente creo que con la ayuda de Dios todo es más facil y Él nos manda los mensajes que necesitamos escuchar. Espero que esto que les comparto hoy, les sirva para que encuentren el camino hacia la luz, o al menos, les de alguna pista por donde seguir:

"Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. Confía en el Señor y saltarás de gusto; jamás te sentirás decepcionado, por que el Señor escucha el clamor de los pobres (de alegria) y los libra de todas sus angustias. Junto a aquellos que temen al Señor, el Ángel del Señor acampa y los protege. Haz la prueba y verás que bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugía en Él".

Yo hoy puedo decirles que después de resistirme mucho, me rendí y todos los caminos que seguí me llevaron hasta Él. Hice la prueba y mi espiritú finalmente conoció la paz. Hace mucho que no escribo, pero sin preocuparme mucho por el estilo, espero que estas palabras de hoy les sean de ayuda en su camino.

Nos vemos muy pronto.