Hoy desperté con la voluntad renovada, tanto que me animó a salir de la cama y hacer el paseo mañanero por El Retiro.
Caminaba por Serrano de regreso a casa, un poco cansada, sudada y muy desmañanada, cuándo me encontré de frente con la Iglesia de San Francisco de Borja. Haciendo a un lado mi conflicto entre ser católica o cristiana, me dejé llevar por el impulso y entré a misa después de varias semanas de ausencia.
Una vez dentro de la Iglesia, elegí la banca que estuviera sola, acá en Madrid los vecinos del rumbo siempre se ven muy arreglados y yo andaba en "look sport". En medio de esas superficialidades, me senté y tratando de establecer un orden coherente de mis ideas que me permitiera hablar con Dios, me di cuenta que ya habían pasado las lecturas, el Salmo y el Evangelio; era entonces que el sacerdote daba su sermón, al cuál -dicho sea de paso- casi nunca le pongo atención.
Ésta vez fue diferente y con mi cabeza más dispuesta atendí a las palabras del Padre. Él hablaba del miedo y decía algo así:
No dejes que el miedo te paralice,
Motiva a la superación para que el miedo no te domine.
Tu valentía aquí, será la trascendencia en la vida eterna.
Supera el miedo a quedarte solo, a perder la libertad,
a dejar de hacer lo que te gusta por comprometerte con otro,
vence el miedo al que dirán, vence el miedo a enfrentarte a ti mismo.
El miedo mata la vida y no olvides que hay que confiar,
pues Dios es de fiar.
Lizi dice que no hay coincidencias, sino Diosidencias... según su definición, son mensajes que Dios te envía a través de otros cuándo más los necesitas.
En menos de dos meses estaré atravesando por cambios importantes en mi vida y en estos días en que la emoción más recurrente en mi corazón había sido el miedo, he escuchado el mensaje de Dios para mí. Diosidencia o coincidencia, hoy sé que todo estará bien, que no hay que tener miedo, hay que confiar; pues cómo dijo el sacerdote, Dios es de fiar.
Caminaba por Serrano de regreso a casa, un poco cansada, sudada y muy desmañanada, cuándo me encontré de frente con la Iglesia de San Francisco de Borja. Haciendo a un lado mi conflicto entre ser católica o cristiana, me dejé llevar por el impulso y entré a misa después de varias semanas de ausencia.
Una vez dentro de la Iglesia, elegí la banca que estuviera sola, acá en Madrid los vecinos del rumbo siempre se ven muy arreglados y yo andaba en "look sport". En medio de esas superficialidades, me senté y tratando de establecer un orden coherente de mis ideas que me permitiera hablar con Dios, me di cuenta que ya habían pasado las lecturas, el Salmo y el Evangelio; era entonces que el sacerdote daba su sermón, al cuál -dicho sea de paso- casi nunca le pongo atención.
Ésta vez fue diferente y con mi cabeza más dispuesta atendí a las palabras del Padre. Él hablaba del miedo y decía algo así:
No dejes que el miedo te paralice,
Motiva a la superación para que el miedo no te domine.
Tu valentía aquí, será la trascendencia en la vida eterna.
Supera el miedo a quedarte solo, a perder la libertad,
a dejar de hacer lo que te gusta por comprometerte con otro,
vence el miedo al que dirán, vence el miedo a enfrentarte a ti mismo.
El miedo mata la vida y no olvides que hay que confiar,
pues Dios es de fiar.
Lizi dice que no hay coincidencias, sino Diosidencias... según su definición, son mensajes que Dios te envía a través de otros cuándo más los necesitas.
En menos de dos meses estaré atravesando por cambios importantes en mi vida y en estos días en que la emoción más recurrente en mi corazón había sido el miedo, he escuchado el mensaje de Dios para mí. Diosidencia o coincidencia, hoy sé que todo estará bien, que no hay que tener miedo, hay que confiar; pues cómo dijo el sacerdote, Dios es de fiar.
1 comment:
buenisimas palabras, simplemente bello
Post a Comment