Hay por ahí un refrán que dice “Viejos los árboles y cada año reverdecen” ... esta frase está muy ad hoc con mi vida en estos días; en muy poco me tocará celebrar un año más y aunque estoy en la “flor de mi juventud” ya he experimentado el reverdecimiento de algunas de mis primaveras.
Patrimonio Cultural de la Humanidad es uno de los árboles más grandes del mundo que se encuentra en la Ciudad de Oaxaca, México; fue plantado hace aproximadamente 2000 años en un lugar sagrado que por cierto hoy ocupa la Iglesia de Santa María del Tule.
El Árbol del Tule es un ahuehuete que según la leyenda zapoteca, fue plantado por un sacerdote de Ehécatl, Dios del viento. Entre los significados que le dan a su nombre son los del “Árbol de iluminación” o “El viejo del agua”. Lo cierto es que la historia que concentra su corteza y el diámetro de su tronco, son el reflejo de sabiduría, prudencia, bondad y humildad que la metáfora náhuatl hace de su nombre para referirse a la sabiduría que se logra con los años.
El Tule, a pesar de su antigüedad sigue creciendo y reverdeciendo cada primavera, y es cómo él que hoy intento florecer con REVERDESIENTO. Tal vez soy muy ambiciosa y es probable que en esta vida no llegue a lograr toda la sabiduría, prudencia, humildad y bondad que deseo, pero sin duda no puedo dejar de dar el esfuerzo extra por lograrlo.
En este espacio quiero compartir mis primaveras y mis inviernos, mis días de luz, mis días de sombra y mis días de lluvia. Mis encuentros y desencuentros, pero sobre todo acercarme un poco a la trascendencia que me pueda dar el compartir mis experiencias.
Ojalá les guste.
Con cariño,
Reverdesiento
2 comments:
tester nº 1435 da el visto bueno
Bienvenida, reverdesiento. A partir de ahora tienes un hermoso jardin frente a tí. Será el más lindo de todos porque estará lleno con las flores de tu corazón.
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