July 30, 2008

Entre dos...


Soy mujer de un solo hombre; no puedo estar con dos al mismo tiempo, pues la infidelidad me autodestruye.
Nunca he sido infiel y nunca lo seré, mucho menos a mi misma o a mis sentimientos. En estos tiempos en dónde para la mayoría eso ya no importa tanto, no sé que tan bueno sea ser siempre fiel, dejas de lado mucha diversión y lo peor es que para el hombre que amo mi nivel de fidelidad le parece exágerado.
No sé si estoy pagando algún mal karma de vidas pasadas, o bien, tengo retraso mental en la inteligencia emocional; el caso es que al hombre que amo no está disponible para mi y encima no sé si me ama pues nunca me lo ha dicho. Al que yo no quiero, él sí quiere estar conmigo y me halaga su interes por mi, pero también me hace sentir mal ver lo que hace por conquistarme. Qué desastrosa situación amorosa!!
Varias veces he escuchado aquella frase de “Ama al que te ama” y aunque estoy de acuerdo, no siempre es así. Para mi es tan importante amar como ser amado y estar con alguien sólo por que te ama, es deshonesto para la otra parte y es injusto para uno mismo.
La fuerza y energía que te da el amar, el estar enamorado, es el motor más potente para realizar sueños. Ser correspondido en este amor es lo mejor que te puede pasar en la vida, pues experimentas lo más sublime al mirarte en los ojos de tu amado y que los suyos se iluminen con tu reflejo. Es verdad!!!!, les juro que así se siente y tenerlo en la vida, hace que todo valga la pena.

Hoy estoy en medio del que no sé si me quiere, pero yo lo quiero y entre el que yo no quiero, pero él sí me quiere. Las opiniones están divididas, una parte está a favor de que le sea fiel a mis sentimientos, pero al mismo tiempo me aconsejan desprenderme del amor que le tengo al que no me dice si me ama y por otro lado, están los que me dicen que me anime a conocer al que me quiere y que tal vez podría llegar a quererlo como él me quiere a mi...

La pregunta aquí es:¿Qué quiero yo? La respuesta es muy simple, Amar y ser Amada teniendo esto en una misma persona!! Es tan difícil?? Espero que no!

El banquete de la vida


La vida nos da la oportunidad de saborear las más ricas experiencias, así como platillos hay en la gastronomía. Imaginen que de todos los tipos de comida en el mundo, podemos probar las mejores delicias y nosotros elegimos el menú. Las experiencias que la vida nos presenta, son muy parecidas a la comida; hay las que te nutren y son deliciosas; las que dañan tu salud pero son muy sabrosas, las que te nutren pero son desabridas como un plato de verduras hervidas sin sal. También están las que ni te nutren, ni te engordan, pero son necesarias como el plato de All Bran por las mañanas.

Hay algo que nunca podremos dejar de hacer y eso es comer. Dicen por ahí que “uno se acostumbra a todo, menos a no comer” yo digo que tampoco a no vivir… Ya he dicho que comer es lo único que me da placer 3 veces al día y con los años me he vuelto muy tragona, tanto que todos los días me levanto con la intención de respetar mi dieta de comida sana y nutritiva, aunque no siempre se puede.

Comer y vivir son un ejercicio constante y necesario para poder crecer. En el día a día, los alimentos son las experiencias que nosotros mismos elegimos del menú de la vida. Habrá veces que lo que pedimos no será lo que estábamos esperando y otras más serán gratas sorpresas al paladar. También pasa que de lo que tenemos antojo no está en la carta y nos quedaremos con las ganas, pero no por ello dejaremos de intentarlo.

Imaginen la escena de estar sentados frente a una mesa muy bien puesta, con manteles blancos y elegantes, cubiertos de plata y copas de cristal de Bacarat. La mesa está puesta y el Chef se ha esmerado en cocinar los mejores platillos para deleitarnos; sin embargo hemos llegado sin hambre a este festival de sabores, o peor aún nos hemos puesto a dieta… que frustración más grande, no??!!

Así mismo pasa en la vida. Dios nos da la oportunidad de tomar todo lo mejor que nos presentan los días, sin embargo nos abstenemos de comer por que nos hace “daño”, somos alérgicos o tenemos complejos de gordos; cuando en realidad somos anoréxicos ante la felicidad.

El ser humano tiene la capacidad de elegir que llevarse a la boca todos los días y que experiencias vivir y disfrutar. Podemos elegir nuestra dieta, pero el miedo o la anorexia emocional nos impide probar lo mejor que se nos pone a la mesa en bandeja de plata.

Comamos los platillos que la vida tiene para nosotros, elijamos los que nos nutren y son deliciosos, los que nos alimentan el espíritu, recuerden que "de gordos y tragones están llenos los panteones". No lleguemos a la tumba flacos de experiencias y mucho menos anoréxicos de felicidad.

Saboreemos la vida y no olvidemos comer frutas y verduras … con sal!

July 14, 2008

Tengo ganas




Tengo ganas de decirte lo que siento
y de besarte todo el tiempo.
Tengo ganas de mostrarme cómo soy
y me acompañes a donde quiera que voy.

Tengo ganas de invitarte a ser valiente
y de este amor hacerte conciente.
Tengo ganas de motivarte a ser feliz,
sin que pienses que lo nuestro es un desliz.

Tengo ganas de enseñarte a vibrar,
de inspirar volverte a enamorar.
Tengo ganas de fascinarme en tu cuerpo
y ser para ti cómo agua en el desierto.

Tengo ganas de evidenciarte lo que inspiras
y ser alguien a quien admiras.
Tengo ganas de amarte siempre más,
y sentirte hasta que ya no pueda más,
sin que te preocupe todo lo demás.

Tengo ganas de encontrarte al despertar
y ser lo último que mire antes de soñar.
Tengo ganas de aprenderte a liberar
y dejarte atrás sin anhelar.

Cómo sobrevivir a un divorcio y no morir en el intento

De pronto un día te encuentras que todo lo que era, ya no es. Todo lo que creías seguro, ya no está. De la “vida hecha” pasas a la incertidumbre total de tus días. Estas sola y tu vida cabe en unas cuantas cajas resultado de la repartición de bienes y del acuerdo matrimonial. Tienes los fines de semana libres y sola, tus amigas están casadas o tienen novio. Tu familia ha hecho su vida y tu no encuentras la tuya.

Son muchas las recetas que nos dan para superar un divorcio, rompimiento, despecho, muerte o la situación que sea; pues al fin y al cabo todas son pérdidas que te obligan a hacer un alto y replantearte los pasos a seguir; pero lo más importante es que te enfrentas a replantearte la vida que quieres vivir.

Te refugias en el trabajo, pero no le da el sentido que esperas. Te deprimes y lloras por cualquier tontería y cuando te miras al espejo te deprimes aún más por los ojos inflamados y la nariz colorada. Engordas o enflacas demasiado, te descuidas y así menos preparada estas para “salir al mercado”. No sabes ligar pues has estado fuera de circulación durante mucho tiempo, tanto que no conoces a los hombres; excepto aquel del que te separaste y depende de cómo te haya ido le tienes o miedo o coraje al resto de ellos. Te dedicas a “living la vida loca” usándolos y desechándolos al amanecer, pero quedas más desgastada que al principio.
Estas líneas vienen de mi experiencia que es el divorcio. Para algunos, es la liberación de un lastre conflictivo y en el mejor de los casos el fin de una vida de sufrimiento y de soledad en compañía. Para otros es una decisión forzada, ajena a su libre voluntad; hay también para quienes es un arranque de ego, orgullo y vanidad para recuperar su “libertad” Cualquiera que sea el caso, desde mi punto de vista, es una oportunidad, es el inicio de una nueva vida, en dónde de ti depende que sea positiva o bien te lleve al noveno círculo del infierno.

Tus amigos y familiares te ven triste y te dicen que no te preocupes, que todo pasará y que el tiempo lo cura todo. En ese momento y con esa frase lo único que te apetece es mandarlos a visitar a su madre. No hay nada que te consuele y el dolor de la separación (aunque sea sólo costumbre) te nubla la vista y no alcanzas a ver que de esta crisis tienes la oportunidad de crecer y reverdecer. Hoy, 3 años después y sin la menor duda puedo decir que así es, la única medicina efectiva es el tiempo y el trabajo interior para sacar lo mejor de esa situación. Ha llegado el momento de la verdad y la elección y decisión es solo tuya.

En mi caso, no fui tan lista para ir directamente a la solución y tuve que pasar por el infierno. Al principio para superar mi divorcio comencé a ocupar mi tiempo – algo que debí de haber hecho aún estando casada, pero cometí el error de que mi marido era mi vida- Tomé clases de Yoga, Meditación, Budismo, Fotografía, Mexworks y hasta francés. Leí decenas de libros, me inscribí a cursar una maestría, fui al psiquiatra, me cambié de casa y muchas cosas más.

Nada me curaba, yo seguía llorando por los rincones y rogando a Dios ya no me dejará vivir. Después de pasado un tiempo, algo empezó a funcionar, tenía menos resistencia y estaba más abierta. Todos mis esfuerzos aportaban un granito de arena, que sumando me ayudaban un poco a que cada día fuera mejor que el anterior. Eso me sirvió y me ayudo a distraerme, aunque también a gastar una muy buena cantidad de dinero para que al final no encontrara la respuesta total y absoluta para el olvido que estaba buscando.

En ésta búsqueda necia y desesperada de remedios instantáneos, una muy buena amiga regia me recomendó un curso más: Pathwork. Es de lo mejor que me he topado en mi vida y a pesar de no ser instantáneo y al contrario ser bastante largo, ha sido el tirón que necesitaba para salir del hoyo. En otro post les explicaré más lo que significa el Pathwork, pero para el fin de esta reflexión, les comentó que Olga, mi maestra, me dijo: "deja de perder el tiempo y gastar tu luz iluminando a lo pendejo, mira e ilumina tu interior que ahí está la respuesta"

No fue hasta que me dio esa pequeña pista que entendí que nada de lo que había afuera, podía curar mi interior. No podía seguir gastando energía tratando de llenar mi interior con el exterior, sin antes saber que había dentro y que era lo que exactamente necesitaba.

Inicié un esfuerzo de autoconocimiento, de reflexión interior y de mucho trabajo personal. Lo que encontré no me gustó nada, me avergonzaba ver lo tramposa, mañosa y cobarde que había sido conmigo misma y que eso había contribuido a que mi matrimonio fracasara.

Descubrí que no tenía idea de lo que quería en mi vida, la mayoría de las decisiones que había tomado hasta entonces habían sido circunstanciales o bien me había dejado llevar por los deseos y expectativas de otros, más que de mis proyectos y sueños personales. Era totalmente incongruente y muy insegura. Después de enfrentarme a mi miseria, aceptarla, convivir con ella y transformarla a partir del amor y paciencia hacía mi, fue que pude descubrir la medicina para curar y superar mi perdida.

La receta es simple y el secreto es que necesitas mucha voluntad y perseverancia para ponerla en práctica. Es necesario que te conozcas, te enfrentes a tu propia miseria, entiendas tus motivaciones, adoptes la honestidad como un valor intransferible, te aceptes, te perdones y te redefinas. Una vez logrado esto, es entonces que sabes el camino para pasar página y seguir adelante. No es simple, pero vale la pena intentarlo.

Mira esta experiencia como la oportunidad de reinventarte, de ser valiente y ser quién siempre has soñado. La única receta para llegar al otro lado es mucha paciencia, perseverancia, tolerancia y amor -casi lo mismo que necesitas para tener un matrimonio con éxito- pero ten en cuenta que nada es gratis y una vida feliz -personal e individual- se puede lograr fácilmente solamente a partir del trabajo interior. Recuerda que nadie puede dar lo que no tiene y si no tienes todo lo anterior para ti misma, no se lo podrás ofrecer a nadie. No te desanimes, aunque por el momento no lo parezca, habrá alguien que se muera por recibirlo y tu recobraras la alegría por darlo.

No es nada fácil, mucho menos es un proceso rápido, sino todo lo contrario... es largo y doloroso, tortuoso y desgastante, pero al final la recompensa es mucho más grande y satisfactoria, pues te conviertes en dueña absoluta de ti misma.

Ánimo, que hay mucha luz después del túnel! Lograrás no necesitar que te digan que eres bella, pues estarás convencida de ello. Te volverás a enamorar, igual o más que antes, será diferente, pues a partir de conocerte sabrás lo que en verdad quieres y tu vida será más sencilla y sobre todo más plena.

Disfruta, vive, siente, anímate, esfuérzate, ten fe, confianza, paciencia y esperanza. Te prometo que la recompensa será el amor pleno y total hacía ti y hacia otros. Sabrás que has triunfado y que lo que en un principio parecia una pesadilla y un tropiezo, ha sido de las mejores experiencias de vida pues te ha dado la verdadera oportunidad de ser feliz.

July 12, 2008

Estoy enamorada...


Estoy enamorada de Dios cómo poder superior y fuente inagotable de amor hacia el ser humano. Estoy enamorada del amor como motor de mi espíritu y de la idea de dar, compartir y recibir.

El amor es la llave que enciende mi vida todos los días y me ha ayudado a aceptarme con todas mis deficiencias y carencias. El amor me mueve a partir del respeto y admiración por mis padres cómo primera figura de superación y ejemplo que no importa de dónde vengas si tienes ganas de salir adelante. Me motivan amar, me motivan dar y me motivan ser mejor persona.

Estoy enamorada de la idea de formar una pareja a partir de dos iguales. Estoy comprometida con la intención de formar una familia funcional en medio de una sociedad disfuncional y sólo necesito una oportunidad para luchar por ello.

Estoy enamorada del sueño de hombre imperfecto, terrenal y vulnerable, pero también hermoso ser humano, con alma noble, inteligente y dedicado profesional. Amo al hombre a partir de sus defectos que lo hacen único y especial. Práctico la pasión con responsabilidad, la intensidad con madurez y el placer con respeto por mi cuerpo.

Estoy enamorada de la persona en que me he convertido y procuro estar siempre pendiente y cuidando de no caer en el narcisismo y la arrogancia. Creo firmemente en mis proyectos personales y disfruto de mi personalidad fuerte y agresiva, pero sensible y emocional. Adoro mis sueños y mis cualidades y me empeño por lograr transformar mis defectos más necios y vencer mis incongruencias.

Respeto las derrotas que me han llevado de la crisis y tormenta interior a la oportunidad de crecer y superarme. Pido por que las dificultades y problemas de la vida diaria me mantengan con los pies en la tierra y me permitan valorar las bendiciones que tengo.

Me inspira la frase de Gandhi “Tienes que ver en ti el cambio que quieres ver en el mundo” pues tengo la convicción que a partir del crecimiento personal, espiritual y profesional contribuyes con tu granito de arena a que el mundo sea mejor.

Estoy enamorada de la pasión con que debes elegir las actividades que desempeñes en tu vida para que puedas hacerlas de la mejor manera y con el mayor de los compromisos. Quiero siempre tener modelos y figuras a seguir como inspiración para no descansar en ser mejor. Pido por que mi espíritu y fuerza sean incansables en la búsqueda constante de superación.
Estoy enamorada de la vida y del amor.

July 03, 2008

Un mes


Tengo una vida bastante bendecida, gozaré de 30 días libres y sin stress. Tengo muchos planes por hacer en este tiempo, pero no tengo una agenda definida. No me asusta estar sola pues lo disfruto y sé divertirme conmigo misma. Me entretengo con facilidad, de hecho me caigo bastante bien, aunque me cuesta manejarme cuando estoy sensible. En estos días me encanta vestir mi cara con sonrisas y mi cuerpo con algodones, sobre todo cuando se trata de evidenciar el placer. He desarrollado la habilidad de hacerme feliz con pequeños detalles, me rió con facilidad y cuando me enojo puedo tranquilizarme, perdonarme y volver a empezar. Disfruto los días soleados de Madrid, me encanta respirar los jazmines durante la caminata matutina y sé que será de lo que más extrañaré. Mi presente es placentero, mi pasado me ha definido y lucho por controlar la ansiedad de la incertidumbre del futuro. Hoy no sé que haré en un mes, pero sin duda sé que lo veré y lo amaré cómo la última vez.

July 02, 2008

Algo de política


De niña soñé con llegar a ser mamá, antropóloga, cardióloga, periodista, escritora, bailarina de ballet y otras profesiones más, pero cuando finalmente elegí mi carrera de Lic. en Relaciones Internacionales mi sueño era llegar a ser diplomática.

Hasta ahora no soy política de profesión, ni trabajo para el gobierno federal, aunque últimamente me llama ser funcionario público más que político, -la línea es muy delgada, pero bueno- el caso es que por un reajuste de planes acabé haciendo carrera en el mundo corporativo.

Al no haber abandonado del todo mis sueños de adolescente, se ha mantenido en mi el interés por la vida política en sus tejes y manejes. Ahora que tengo más tiempo libre, aprovecho y disfruto al leer los principales diarios nacionales y así fantasear sobre lo que yo haría si estuviera en los zapatos de los políticos mexicanos objeto de las primeras planas.

El otro día llamó mi atención una editorial que narraba cómo un ciudadano común y corriente, -como tu o yo- incursionó en la política y se dejó seducir por el lado malévolo de ese mundo que puede parecer tan fascinante, obtuvo como resultado la descalificación y ridículo a nivel nacional. El Sr. X era un respetado y admirado abogado corporativo, académico de una prestigiosa universidad, que al llegar a las grandes ligas no supo manejarse con pericia en la perversa estructura de la política mexicana.

Según el editorialista comentó que el individuo en cuestión, no conocía los principios básicos “salvavidas” para evitar perderse en su desempeño político. Entre sus principales fallas fueron el no saber evitar y contenerse a la fascinación que ejerce el poder, tampoco tenía el cinismo altamente desarrollado, ni la malicia y el estómago para desempeñar el papel de canalla de tiempo completo.

El Sr. X no nació en cuna política que le permitiera desarrollar desde pequeño estas habilidades. Le costó mucho trabajo dar concesiones a los principios de honestidad y decencia que había cultivado previamente hasta que finalmente sucumbió y cayó rendido a la perversión del sistema; pervirtiéndose a si mismo y echando por la borda su carrera política y vida personal.
La política y el poder son altamente seductores y para algunos hasta afrodisíacos, pero al ser tanta la tentación prefiero abstenerme y sólo en este caso ser espectadora más que protagonista.